HACE DOCE AÑOS... EN OJOS DEL SALADO. CRÓNICA DEL DÍA DE CIMA

Desierto de Atacama (Chile) día 29 de Febrero de 2008, son las dos de la mañana, reviso mi equipo y a mis compañeros de barra, van tapados, bien cubiertos con manoplas, gore, gafas de ventisca etc. les animo a partir, vamos hacia la cumbre. Vamos a por ella. Tengo buenas sensaciones, aunque también mis dudas. Con el caer de los metros van cayendo también los montañeros que forman las diferentes barras, miro para abajo y poco a poco van desapareciendo las luces de las linternas frontales. Se va haciendo de día. Hay una luz anaranjada en las cimas de alrededor, hace mucho frio.

          En la barra con Antonio  hacia el Refugio de Tejos

A 6.500 metros tras pasar el gran nevero ya no veo a nadie solo quedamos los componentes de mi barra, Antoñito y Berni además de Valentín, y los dos guías chilenos. Me desligo de los dos guías chilenos, no me gusta la huella que están haciendo. Me quedo en mi barra con Antonio y Berni con objeto de realizar una huella cómoda para los míos, me voy en diagonal hacia el Este del pico y ascendemos más suavemente alcanzando él gran cráter.
Ya es de día, la temperatura -25º, más el airecito, Berni me dice que tiene mucho frio y que lo quiere dejar, y Antoñito no va mucho mejor que el. Valoro la situación y creo que podemos seguir, veo la cima tan cercana…,así que les digo que hay que continuar, hay que hacer cima con alguno de ellos dos..., aprietan los dientes y continuamos hacia ascendiendo.
A 6.800 metros Antoñito empieza a preocuparme, en cambio Berni está recuperado totalmente, Valentín, que va como una moto, se ha reunido con los guías chilenos, tampoco me fijo mucho en ellos ya que van a su aire, bastante me preocupa el momento de mis "ciegos".

Con Antonio junto a la canal, 6.850 metros, que da acceso a la cumbre de Ojos del Salado

Estamos al pie de la canal final, 6.850 metros, que da acceso a la cima. Antoñito no puede más, se suelta de la barra y cae al suelo, aun así arrastras sigue avanzando clava su piolet en la nieve y se arrastra, clava su piolet y se arrastra, clava……..empieza a no coordinar lo que hace ni tampoco lo que dice , a quedarse dormido con la cara en la nieve, ahora sí que le veo mal . Le digo a los guías chilenos, uno de ellos está llorando... será de remordimiento digo yo, que me bajo con él, los síntomas de MAM (Mal Agudo de Montaña) son evidentes, está en el suelo, lo consuelo, se levanta y le digo que nos vamos para abajo... estamos a tan solo 43 metros de la cumbre, estoy emocionado y apenas puedo darle palabras de consuelo, me es difícil hablar. 
Recojo la barra, se apoya en mi hombro y comenzamos a descender hacia el Refugio de Tejos, a los pocos minutos Valentín y Berni saludan desde la cima, nos abrazamos todo está hecho, la cima está en nuestras manos, en las manos del todo el grupo. 
A los pocos de cientos de metros de comenzar el descenso Antonio, que presenta aún un ligero color azulado en sus labios, se va recuperando  y prueba de ello es que ha empezado a contar de nuevo “chistes y demás chascarrillos”. Me alegra verlo así y me alegro de caminar a su lado, ha sido la lección de amor propio más grande que he visto en mi vida... 
Llegamos al Refugio de Tejos tras once horas de ascensión, los que han bajado anteriormente salen a recibirnos. 
Que importa lo que ha pasado allá arriba, para él ha sido todo una hazaña y yo he visto hasta dónde puede llegar el amor propio de una persona, un discapacitado visual me lo ha demostrado. 
Más tarde bajan Valentín, Berni y los chilenos, a estos me da pena  el haberlos conocido, aun se les nota la emoción. La montaña, el Ojos del Salado ha peleado, la lucha ha sido dura hasta el final... pero hemos ganado nosotros.

   Junto con Antonio Pérez Cadalso (Antoñito) de vuelta en el Campo Base


VIDEO EN LA CANAL QUE DA ACCESO A LA CIMA

(Este artículo formaba parte del  escrito por Tomás Rodriguez para la revista  "El Abeto" en 2008 con ocasión de la ascensión al Volcán Ojos del Salado)